En la exposición individual ”Luzia” del artista brasileño Paulo
Nazaretlh (1977) en el Museo Tamayo
llama la atención la obra *“Mama África
Ginga” 2019. Productos de Genocidio y jabón negro. (Resina, objetos y madera)”.
Consiste en un conjunto de piezas de
resina que encapsulan productos de consumo popular envasados con logotipo de publicidad.
Se lee en la ficha oficial del Museo Tamayo lo siguiente:
“En este cuerpo de obra, Nazareth investiga marcas que
movilizan estereotipos raciales. Apropiándose de nombres y elementos de cultura
indígena y afro-diaspóricas como parte de un proyecto continuo y tras temporal
de mercantilización. Mediante el intento de congelar y solidificar estos
productos en el tiempo, el artista también busca frenar su reproductibilidad,
considerando que la acumulación de capital de las organizaciones globales
contemporáneas se remonta a la explotación colonial del cuerpo esclavizado y de
las tierras nativas, y el genocidio de los pueblos indígenas. “
Las marcas de los productos comestibles encapsulados en
resina son desconocidos en México, pero se comprende la relación que tiene con
el texto de la ficha porque tienen nombre, logotipos o temas supuestamente coloniales en sus etiquetas
como, por ejemplo: Farinha de Trigo
Colonial. Cerveza 1500, Jabón black and White. Arroz Sepé Blanco, Arroz chileno
o Café Apache con logotipos de personajes de indios.
La ficha enuncia la
propuesta de lectura de la obra del artista, pero no debemos olvidar que cuando
una obra se hace pública se expone a otras lecturas e interpretaciones de los
espectadores. La obra dentro del
contexto establecido por la visión del artista, del curador y del museo es
susceptible ser apreciada de otras maneras.
De no ser así, pareciera, que se ha acabado la característica polisémica
de la obra de arte. Dicho lo cual paso a expresar mis consideraciones de la
obra “Mamá Africa Ginga”(2019)
Como está planteado
su argumento en la ficha no habría objeción alguna en el contexto de Brasil. Pero
imaginemos que productos que existen con marcas y logotipos similares en otros
contextos como el mexicano y algunos otros países de Hispanoamérica. Por
supuesto tanto en Brasil como en otros países de Iberoamérica habría que
ponderar la lectura que se hace de los productos de consumo popular tanto por su
publicidad creativa como su relación con el consumidor. Después de todo este último establece una
relación con el producto que compra no solo por su calidad, si no, en muchas
ocasiones, por una relación donde está vinculado lo emocional y por sus
características identitarias.
A continuación, haremos un parangón de productos que usan en
sus logotipos que supuestamente serian ofensivos a los mexicanos de origen indígena,
afro-descendientes y otros grupos. En México encontramos marcas nacionales** como
Triciclos Apache (1956), Nito Bimbo (antes Negrito Bimbo 1957), Cerveza Indio (1893),
Salsa Huichol (1949), Pan Tía Rosa (1974), Pelón Pelo rico (1985), Pale locas (1984),
Charrito Pemex (1948), Detergente Blanca Nieves (1965), Detergente Roma (1920)
que existían mucho antes de la Ley Federal de Protección del Patrimonio
Cultural de los Pueblos y Comunidades Indígenas y Afrodescendientes de 2022. Algunas empresas fueran compradas por
trasnacionales como Cervecería Cuauhtémoc por Heineken o Pelón Pelo Rico por
Hershey Company. Algunas empresas también existían antes de la aprobación de
los estudios decoloniales. Según la ficha de la obra de Paulo Nazareth él busca
frenar la reproductibilidad de organizaciones globales que se remontan a la
explotación colonial de cuerpos esclavizados de las tierras nativas y
genocidio. De acuerdo a la historia
empresarial de México la cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma fue fundada por
inversionistas mexicanos y alemanes en 1890 en Monterrey y crearon la cerveza Cuauhtémoc
en 1893 que más tarde se llamaría Cerveza Indio. En el periodo neoliberal
1990-2018 fue comprada por la compañía holandés Heineken. La salsa Huichol, los
detergentes Blanca Nieves y Roma, Triciclos Apache, entre otras son marcas que
sobrevivieron a la mortalidad de empresas mexicanas después de firmar el Tratado
de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN 1994). Que no fue libre y se firmó
entre economías asimétricas desfavorable para México. Las marcas como Triciclos Apache, Detergente
Blanca Nieves, Salsa Huichol, La editorial Vid que publicaba a Memim Pinguín (1943,
etcétera, surgieron en el periodo de desarrollo económico 1940-1980 y contaban
con gran popularidad y aprecio de la gente. ¿En qué momento la marca Triciclos Apache,
Salsa Huichol, Nito o Cerveza Indio contribuyo a los estereotipos raciales
cuando no hacían otra cosa que reflejar a su público consumidor quienes veían en
los productos virtudes y empatía? ¿Cuál sería
la relación de esas marcas empresariales con la explotación colonial de cuerpos
esclavizados y de las tierras nativas y del genocidio de los pueblos indígenas?
¿Sobre todo, como sucedió eso que dicen cuando las marcas regionales contaban
con la preferencia y la simpatía de los consumidores que los consumían y
consumen por su utilidad? Posiblemente Heineken (1864) pudo haber hecho eso en
el sur de África col las colonias holandesas. Las marcas mexicanas como Triciclos
Apache, Negrito Bimbo, Salsa Huichol, etcétera, surgieron en el Periodo del Desarrollo
económico (1940-1986) cuando se crecía al 6% del PIB sobre todo entre los años
1940 y 1960. Ese periodo de desarrollo económico fue abandonado en 1988. A manera
de conclusión consideramos que hacen falta más empresas y el uso de logotipos
que usen valores y empatías de los públicos a los que se dirigen dentro de los
grupos de personas que integran el país.
La cara sonriente de un niño apache mostrando un triciclo crea una idea
de alegría infantil. Si se interesan por los acontecimientos históricos, étnicos
o antropológicos ya verán un documental o leerán libros de investigadores de los
apaches que habitan el norte de México. No es muy brillante la idea de
sumergirse en la queja y la victimización dando pie a que los lideres de grupos
obtengan prebendas del Estado. O de fundaciones privadas que también sacan
lucro de ello. Si somos personas que por nuestras características somos considerados
indios, mestizos o afro-descendientes podemos ver las ventajas y desventajas de
ser como somos y amarnos por encima de todo. Ya es
el momento de parar las quejas por imágenes y narrativas que eluden nuestras características
físicas o de comportamiento porque estamos por encima de cualquier logotipo de
un detergente o cerveza. Estamos más allá de todo eso porque tenemos sentido del
humor y podemos demostrar nuestra fortaleza del alma y amarnos como somos.
Ahora que si sientes miedo por el petate del muerto aquí nos pasamos por el
ovum a los estereotipos de las producciones de entretenimiento anglosajonas con
personajes como Speedy González. Y también
los estereotipos de los mexicanos malos de las películas gringas. Tenemos la
fortaleza para no creernos esas leyendas negras caricaturescas que solo dan
risa. Somos luz creativa.
**Algunas marcas de compañías nacionales o de origen mexicano.
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